Llegada atipica de Lux

-Ahh, que tedioso es subir estas rocas, igual lo hare, llegare a la orden, ya estoy ansioso por conocer a mis nuevos compañeros y brindarle mis servicios a la humanidad, espero que me acepten, tal y como dijo Cross-sama- dije mientras me aproximaba a la cima. Aun pensaba en que tipo de lugar podría ser La Orden, deseaba que no fuera tan tétrica y solitaria como parecía por fuera, aunque lo único que quería realmente era brindarle protección a los que la requerían, aunque no estaba muy seguro de poder hacerlo, ya que no había podido proteger a ese "alguien" muy especial para el en el pasado, y el remordimiento lo mataba, pero no se podía echar para atrás. Mientras pensaba todo esto, sin darse cuenta, ya estaba enfrente de la puerta de la orden...

La noche era oscura y los pequeños golems con aspecto de murciélago que revoloteaban alrededor de la inmensas torres de la orden le daban un aspecto sumamente tétrico, el cual favorecía a su diseño gótico romántico

A la entrada de la orden un joven que relucía en el terreno se posaba frente a la puerta, la cual mostraba una gran cara casi como si saliera de esta – examen de rayos X!!! – grito de pronto al mismo tiempo que habría los inmensos ojos y examinaba al exorcista que había frente a el – es un Alidado!!! Abran las puertas!!! – grito mientras se habría el inmenso portón de acero y de mostraba un gran recibidor en el cual debería esperar el exorcista

-Ahhh!!, que fue eso tan raro, que andaria viendo ese enorme rostro con esos rayos X...., bueno aver hasta donde me guia este enorme pasillo- Comenze a caminar por el enorme pasillo, observnando todos los detalles de la tetrica instalacion, realmente no me parecia mucho tener que vivir aqui, y me aterrorizaba el hecho de como serian las personas en este lugar, pero tenia fe...como siempre la e tenido, tenia fe en que haria buenos amigos y que por encima de todo podria encontrar mi proposito en la vida...mi verdadero norte. Luego de caminar por unos minutos me encontre en un resividor, me detuve a esperar, cuando escuche unos pasos......

Gracias a los golems murciélagos que revoloteaban al exterior de la entrada de la Orden, Reever y los demás científicos pudieron enterarse de la llegada de un nuevo exorcista. Por supuesto, al informárselo a Komui, éste había dicho que lo fueran a buscar y desapareció entre los papeles regados en el suelo. Resignado, Reever fue a recibir a aquel chico.

No tardó casi nada en llegar al recibir de la Orden, donde encontró al chico observando el decorado.

Debe pensar que aquí casi tenemos muertos pensó por el aspecto ciertamente tétrico del lugar, aunque no podía negar que había un área de la Orden donde iban a velar los restos de los compañeros caídos.

-Tú debes ser el nuevo exorcista. Mi nombre es Reever, soy uno de los científicos que trabaja aquí, y te guiaré hasta donde se encuentra el supervisor -dijo al estar junto al joven y comenzando a guiarlo por entre todos los pasillos de la Orden para llevarlo con el chino-. Cualquier cosa, no le hagas mucho caso al supervisor si no trata sobre la Inocencia -advirtió con cierta pena ajena por la conducta de Komui y recordando que debería de vigilarlo un poco más de cerca si quería que terminara su trabajo.

-Ok, muchas gracias por guiarme, ya estoy ansioso por conocer al supervisor-dije con una expresion facial muy amigable, aunque realmente me preocupaba como seria este supervisor, esperaba que no fuera aterrador, ya que la persona que dirije un lugar como este...pues...deveria serlo, aunque al juzgar por lo que me habia mencionado Reever-san pensaba que no era asi. Luego de caminar unos minutos me encontre frente a una puerta, la que parecia dar paso a la oficina del supervisor, entree y me parecio divicir a alguien tras unas columnas de papeles que estaban por encima de un escritoria.....